Se nota que llega el verano. El calor es cada vez más
sofocante, las horas de luz aumentan, salimos mucho más a la calle y tod@s
tenemos más ganas de sexo.
De adolescentes mis amigos se lo achacaban a los hombros
descubiertos en las féminas. “Llevamos todo el invierno viéndoos con chaqueta y
cuello vuelto y al poneros tirantes y dejar a la vista el cuello y los hombros
nuestras hormonas se disparan” Solían decirme.
Pero esa no es la única razón.
El sol es una inyección de vitamina D en nuestros cuerpos y
esto eleva la testosterona y aumenta las ganas de sexo.
Según un reciente estudio de la Universidad de Graz, en
Austria, cuando los hombres toman el sol su apetito sexual aumenta.
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