24 de noviembre de 2009

Falsa alarma.

Lo que no me pase a mí…

Hoy he ido al médico, y es que hace más de una semana que no paro de notar síntomas: vómitos, fiebre, dolor de cabeza, de oídos, estornudo… Vamos, que tengo un constipado de aupa y el milagroso paracetamol no parece quitármelo.

“Tendrás que esperar un rato”, me ha dicho el auxiliar. Han resultado dos horas. Pero en fin, todo sea por curarme.

Mire es que tengo vómitos, mareo, fiebre (aunque no tan alta como para ser la famosa gripe A), estornudo, me duelen los oídos, toso…
Está claro, dice la doctora: ESTAS EMBARAZADA.

¿Embarazada? ¿Donde se ha visto que vayas al médico con síntomas de constipado y te diagnostique un embarazo?

Lógicamente me ha dado la risa. ¿Perdona? Mira, es que es bastante difícil que eso haya podido pasar. Pero ha pasado, decide, estas embarazada.

Y claro está, no me ha mandado nada porque con el embarazo…

9 de noviembre de 2009

Fetichismo de los pies


¿De los pies? ¿De los zapatos? ¿De los tacones?
Y es que los fetichismos de los pies son de lo más variado.


La altocalcifilia, o amor por los tacones altos, comenzó (o al menos eso se cree) a mediados del siglo XIX cuando una prostituta comenzó a utilizar un par de “tacones franceses” en un burdel de Nueva Orleans. La avispada madame no tardó en darse cuenta que los hombres estaban dispuestos a pagar más por aquella chica que por el resto y compró tacones altos para todas. La moda no tardó en extenderse a otros burdeles y los hombres comenzaron a regalárselos a sus esposas. Los tacones te hacen parecer más vulnerable despertando los instintos protectores y depredadores del sexo masculino.
¿Cuántas de nosotras sufrimos retifismo o pasión por los zapatos?

Pero el fetichismo básico de los pies nada tiene que ver con los zapatos. Según la web queendom.com, al 12% de los hombres les gusta chupar los dedos de los pies y el 4% adora que se los chupen. ¿La razón? Básicamente las feromonas, y es que cada centímetro cuadrado de las plantas de los pies tiene unas 600 glándulas sudoríparas, más que ninguna otra parte del cuerpo (a excepción de las palmas de las manos)

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3 de noviembre de 2009

Quistes en el ovario.

Dicen que entre el 2 y el 10% de la población fértil femenina tenemos quistes en el ovario.

También dicen que estas estadísticas aumentan en los casos de infertilidad, es decir, muchas mujeres con problemas para tener hijos tienen quistes en el ovario (aunque tenerlos no significa que vayamos a tener problemas para quedarnos embarazadas).

Parece ser que existen diversos tipos de quistes y que algunos se curan sin tratamiento, deshaciéndose al cabo de uno, dos o tres meses. Otros permaneces, a veces incluso hay que extirparlos, por laparoscopia generalmente.

Los quistes que más parecen preocupar a los ginecólogos son los endométricos o quistes de chocolate.

A veces duelen, y mucho, otras no. Y el dolor no tiene nada que ver con la gravedad, el tamaño o la cantidad de los quistes. A veces te hacen sentir cansada. He leído que también pueden afectar a tus relaciones sexuales.

No se sabe a qué se deben.

El tratamiento tampoco está claro. Parece ser que cada caso es diferente.

Y mucha gente opta por terapias alternativas, homeopatía por ejemplo.