Así pues, el mirar, cuando llegamos a los 18 años, prácticamente se convierte en un recordar.
Si queremos tocar, oír, gustar o percibir con la piel, de verdad, intensamente, es importante hacerlo con los ojos cerrados, y de este modo disponernos a experimentar una desconocida gama de sensaciones y de sentimientos.
Estamos tan acostumbrados a mirar, que podemos intuir o adivinar lo que están pensando las personas con las que nos relacionamos tan sólo con mirarles a la cara. Sin embargo, cuando nos privamos de la vista podemos “ver” las cosas de otro modo, desde otra posición.
Si en el sexo, que es pura sensación, eliminamos la vista, la intimidad adquiere una definición nueva y muy estimulante. Compruébalo por ti mismo/a con unos sencillos juegos a ciegas.
La venda puede hacerse con cualquier material, pero es interesante que sea suave y sensitivo como seda o satén.
Echad a suertes quién va a ser el primero, ya que esto alarga el juego y le proporciona un aliciente extra. Si tú eres el “vidente”, ata enérgicamente la venda y comprueba que tu pareja no puede ver. Si eres el “invidente”, no hagas trampas, lo divertido de este juego es estar a ciegas de verdad.
El vidente será activo y el invidente se dejará hacer. Como en todos los juegos, estableced con claridad una palabra mágica para acabar con la historia si alguno empieza a sentirse mal.
Primero, investiga el sentido del tacto. Empieza por desnudar a tu pareja y tiéndela con mimo en la cama o en el sofá. El suelo también vale, pero a la larga resulta un poco incómodo.
Después, provéete de materiales con distintas texturas, como plumas, tiras de terciopelo, cintas de seda o nailon, flecos de mantoncillos o de toallas, algodón, seda, lana o lino... cualquier cosa que tengas por casa y que te ayude a poner en marcha tu imaginación.
Haz que se tumbe boca abajo y, lentamente, empieza a hacerle cosquillas en el cuello. Luego baja por su columna vertebral, primero con ligeros toques y a continuación, con toques más intensos.
Hazle cosquillas con las uñas en la parte posterior de sus pantorrillas o con un trozo de material más áspero, como un estropajo. Usa las plumas en la planta de los pies. Ahora, haz que se de la vuelta: Si la “ciega” es ella, roza ligeramente sus pezones y el contorno de los senos con un trozo de lino. Su aspereza produce un hormigueo muy agradable, aunque algunas mujeres prefieren la fricción que proporciona una fina lima de uñas en los pezones. Dicen que después, las sensaciones son extraordinarias. Si el “ciego” es él, envuelve lentamente su pene en una cinta de seda lo suficientemente larga y después, desenrróllalo lentamente. Los japoneses llaman a esto Kokigami, y las japoneses son expertas en “empaquetar” el pene de sus parejas para producirles el máximo placer al desenvolverlo. Cepilla la cara interna de los muslos con toques largos y suaves y acércate a los genitales, pero no te entretengas demasiado con ellos… de momento.
Como en "Nueve semanas y media", prepara pequeños bocaditos de comida de distintos sabores muy contrastados y juega a que los adivine. Puedes dárselos con la mano o pasárselos con tu boca, como prefieras.
Si algo le gusta mucho, puede repetir… si paga una penitencia.
Ahora, busca sus manos: las yemas de los dedos, con ligeros mordiscos; entre los dedos, con plumas; en la palma, con un alfiler. Amásalas buscando mover suavemente todos los huesos y succiona el dedo gordo como si fuera un pequeño pene.
Sube por los brazos y los hombros, las clavículas, las orejas y el cuello, incorpórale ligeramente y colócate a su espalda.
Con un cepillo de pelo, peínale/la llevando el pelo a la contra (si lo haces bien, tanto él como ella descubrirán lo erótico que puede ser un cepillado de pelo y por qué los primates usan esta técnica como preparatoria para el sexo y como relajante).
A partir de este momento puede pasar cualquier cosa, pero si quieres prolongar la sesión, introduce otros elementos y otros sentidos.
Y al final... Puedes hacer el amor, si lo deseas, con los ojos vendados. Las nuevas sensaciones que vas a experimentar puede que no te las imagines.
Es importante que otros sentidos, como el oído, también entren en vuestro juego.
Elige una música estimulante y divertida y si lo preparas con tiempo, la ropa de la cama, los almohadones y los edredones, con elementos que también participen en esta experiencia sensitiva.
Si quieres llevar el juego hasta el final, véndate tú también los ojos y concluid vuestra sesión de este modo.
Entrada original de Sawebsos
Entrada original de Sawebsos
7 comentarios:
Es delicioso el fantasear, el erotizarse con juguetes, estrategias y juegos que despiertan hasta a los muertos...
Besos
Hola amiga, hoy he abierto como tema de la semana en mi web, el "Lenguaje erótico".
http://artedeseduccion.wordpress.com/2007/03/18/lenguaje-erotico-tema-de-la-semana/
Como sé que eres experta, si quieres participar con algún post o link que ya hayas escrito, serás bienvenida.
Gracias :)
Claro violinista!!! siempre dispuesta a participar en tu web.
Besos. Y gracias por pensar en mi.
tu blog me parece muy interesante, felicidades!!!!!
un beso desde mi caja.
pandora.
Siempre interesante vuestro blog. Y educativo. Como alguna cosa que hemos leido aquí y probado, vamos a hacerlo con esto. La única pega es que a nosotros nos gusta tanto mirar... jejejej.
Besos desde el agua.
La idea es buena...pero las sugerencias de detalle son buenísima. Apunto. ;)
Hola diosa , vaya ideas mas sugerentes , por supuesto las llevare a la practica y espero que las sensaciones sean placenteras...ya te dire
besos
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